Daniel El Payaso

Artículo patrocinado por:

danielcaballerorubio@gmail.com

«Yo canto al varón pleno, al triunfador del mundo y de si mismo, que al borde -un día y otro- del abismo, supo asomarse impávido y sereno». Valga esta pequeña estrofa, que Gerardo Diego dedicó al gran revolucionario de los toreros, Juan Belmonte, para reflejar la pasión por el mundo de los toros que siente desde hace ya muchas generaciones la familia de ganaderos cuyo máximo valedor actual es Victoriano del Rio.

Aunque se presenta una prometedora temporada, recobrar el orgullo de sus antepasados no fue un camino fácil. Tras un tiempo apareciendo en carteles de plazas de segunda categoría decidió, en 1984, hacerse con el Hierro de Ybarra, y potenciarle con ganado del encaste Juan Pedro Domecq. Luego, con intuición y mucho trabajo, fue abriéndose camino en las plazas más importantes, para llegar a ser una de las más prestigiosas ganaderías de la actualidad.

Fue Mayorga su lugar elegido, contra pronóstico, para ampliar su negocio, ya que no tenía intención de alejarse a más de 200 kilómetros de Madrid. Y está tan contento con la decisión tomada que la gran mayoría de los toros hoy, son criados aquí hasta los 2 y 3 años. A esta tierra atribuye una parte de su creciente éxito, gracias entre otras cosas, a la gran calidad de sus pastos.

«Quisiera yo Mejías, a quien el hueso y cuerno han hecho estatua […], esperar y mirar -cual tu solías- a la muerte: ¡de cara!» Tan superficial y absurda como se está volviendo la política española, es hoy un compromiso serio posicionarse a favor o en contra de los toros sin ser etiquetado por ello. Mas como bien refleja el crítico taurino Paco Aguado en su libro Historias del toreo que nunca te contaron, son (y fueron) muchos los artistas y políticos de izquierdas simpatizantes de este festejo tan representativo de la tradición española. Miguel Hernández, autor de los versos al principio de esta estrofa, entre ellos (Lorca, Alberti, Picasso, Sabina…).

¿Cómo nace su afición a la tauromaquia?

Mi familia procede de una larga tradición de ganaderos taurinos. Empezando por mi tatarabuelo, Anastasio Rodríguez, fíjese, en 1754, siendo una de las primeras ganaderías de este tipo en la historia de España. Continuó su legado mi Bisabuelo Vicente Cortés y posteriormente mi abuelo Victoriano Cortés. Tengo un cartel en Ávila con toros de mi abuelo toreados por Belmonte y Joselito El Gallo. Murió en 1934 y con la llegada de la Guerra Civil se perdió todo el ganado a causa de que lo mataron para alimentar a las tropas republicanas. Mi padre se tuvo que dedicar al comercio y el Hierro se perdió. Era una B tumbada con una cruz arriba, similar al Hierro de Toros de Cortés. Yo desde muy pequeño iba a Las Ventas con un amigo de mi padre, médico de familia, que era abonado. Y surgió en mi de nuevo la chispa de dedicarme otra vez a este mundo, con la ilusión de recobrar el orgullo de la familia.

Reinicia de cero

Así es. Mi madre tenía vacas de leche y ovejas por lo que la ganadería siguió estando presente en la familia de alguna manera. Pero yo cuando cumplo 18 compro algo de ganado para iniciarme de nuevo en el negocio del toro de lidia. Estuve muchos años llevando toros a plazas de segunda categoría, hasta que en el año 84, me lancé a comprar el Hierro de Ybarra (propiedad en ese momento de El Retamar), haciéndome con reses de algunas de las mejores ganaderías del momento: Jandilla y Luis Algara. También algo de El Torreón y El Torero. Siempre con el encaste de Juan Pedro Domecq.

«DECIDÍ AUMENTAR EL TRAPÍO DE MIS TOROS PORQUE LA PRESENCIA ES MUY IMPORTANTE EN LAS PLAZAS GRANDES»

¿Qué aporte cree que ha hecho en todos estos años para mejorar el trapío de sus toros?

Cuando yo empecé en esto era muy común ver a la gente en las plazas comiendo pipas. Los piperos los llamo yo. Y esto era porque a los toros hacía falta llamarles 7 veces para que envistieran una vez. La gente se aburría mucho. Humildemente yo creo que conseguí lo contrario. Que les llamarán una vez y envistieran 7. Luego, al tener una ganadería larga, con más de 400 vacas, pude elegir entre unas que tenían más trapío que otras. El toro pequeño es más fácil que envista pero no es suficiente para las grandes plazas, donde la presencia es muy importante.

Chuchi Testera, un reconocido aficionado taurino de Mayorga, aprecia un aumento en la cara (cornamenta) de sus toros

Claro, claro, mucho. Sobre todo, cuando yo vine aquí, fue uno de los aportes que tuvo esta finca (Mayorga). Al toro, al no comer grano, que come más bien pasto y silo que hago, le salen más pitones. Este punto se lo ha dado esta tierra porque comen más hierba. La prueba de lo contento que estoy es que actualmente tengo todos los toros aquí, desde un año hasta tres.

¿Cómo es el día a día en el trabajo de un ganadero de toros de lidia?

Aquí Miguel, mi mayoral, es el jefe. Hablamos mucho para organizarnos y hacer el seguimiento de la ganadería. Luego, en Guadalix, es un trabajo diferente, porque allí ya es un toro para finalizarle y llevarle a las plazas. Tengo otro tipo de estructura de finca. Allí hago todos los tentaderos de vacas y machos, porque aquí tengo una plaza pero no está en funcionamiento. Todas las tientas de campo se hacen allí.

«LAS PRIORIDADES MÍAS PARA SELECCIONAR UNA VACA SON: QUE HUMILLE, QUE EMPUJE Y QUE TENGA ENTREGA»

¿Qué parámetros analiza usted para seleccionar a una vaca para criar?

Las prioridades de otros ganaderos, no las se, cada uno tiene las suyas. La prioridad mía es que humille, que empuje, y que tenga entrega. Con esa base yo luego ya algún defecto puedo perdonar, pero como obligación esos tres aspectos siempre los tiene que tener, sino, no la pruebo.

¿Y para seleccionar un toro?

El proceso de selección para lidiar y para semental es muy diferente. Para lidiar son todos los que salen de las madres. Con respecto al semental, para tomar esas decisiones, detrás hay mucho estudio. Yo le doy mucha importancia a la familia. Tiene que tener unos antepasados buenos de abuelos, madre, padre y demás. Y con todo, puede pasar, que algunos de lidia salgan mejor que los sementales.

Cuando empezó no tenía esa información sobre familias, ¿Cómo tomaba las decisiones en ese momento?

Efectivamente. No podía hasta que averigüé como se hacía. Mire, le voy a contar una anécdota. Cuando yo fui a comprar reses a la ganadería de Jandilla, me invitaron a comer, y me tocó sentarme en la mesa junto a Don Pedro Domecq. Le pregunté: Don Pedro, ¿Qué hay que hacer para ser un buen ganadero? Yo no era un novato pero me salió preguntarle de esa forma. El me respondió: Elige las vacas, las mete en la plaza, las que son buenas se queda usted con ellas y las que son malas las lleva al matadero. Eso hace falta para ser ganadero. Yo le volví a preguntar, algo parecido a lo que me dice usted: ¿Y como se eligen esas buenas? El me respondió: el día que sepa usted hacerlo, será usted ganadero.

«MI AFICIÓN VIENE DE FAMILIA, DESDE MI TATARABUELO QUE LLEVABA ANDANDO LOS TOROS DE GUADALIX A MADRID»

¿Tiene algo de intuición natural o es aprendido?

Hombre, la intuición es importante, claro, pero la experiencia te va modelando. Si la afición viene de familia… dese usted cuenta que mi tatarabuelo, ta-ta-tarabuelo, fue ganadero taurino en Guadalix de la Sierra. Donde tengo yo la plaza, es una finca que viene desde allí, 1754. ¿Ha llovido desde entonces, no? Por aquellas había dos plazas en Madrid y el ganado se llevaba andando desde Guadalix. Mi abuelo, Victoriano Cortés, lidió en Bilbao en 1909, y yo, volví a hacerlo cien años después.

¿Qué espera del comportamiento de un toro suyo cuando entra en la plaza? Una vez comentó que se había pasado con la bravura

Estaba demasiado picante, si, no bravura, bravura nunca es demasiado. El picante o fiereza, como usted quiera, es cierto que ha habido un momento que se han pasado, y los toreros ya no los querían en las plazas. Porque el toro mío, el toro fiero, ya con genio, exige tener una concentración permanente porque el peligro está ahí. Pero por eso al público le conmueve, y no come pipas. Cuando torea José Tomás, el Juli, o José Mari (Manzanares) ¿ha visto usted que no come pipas nadie? Para mi, si mis toros captan la atención del público, ese es el triunfo mayor del espectáculo. ¿Estuvo en la corrida del año pasado en Valladolid? Seis toros buenos de seis.

¿Cuál es la mayor faena que han hecho a un toro suyo?

Tengo muchas, muchas. Por ejemplo, la que yo creo que es la corrida más importante de mi vida fue la reaparición de José Tomás en Madrid, cortó cuatro orejas a mis toros. 5 de junio de 2008, me acuerdo perfectamente. Reaparece tras seis años y hace dos faenas de verdadero genio. Tengo el honor de que un día le pregunté yo a José Tomás cual había sido la corrida más importante de su carrera, y me dijo que esa. Luego también, El Juli, acuérdese de la faena a Cantapájaros en 2007… he tenido la suerte de tener muchas faenas importantes, muchas, muchas, muchas. Dese usted cuenta que desde el 2006, hasta el día de hoy, han salido 21 toreros con mi ganadería, por la Puerta Grande de Madrid. Los últimos: Ángel Téllez, Francisco de Manuel y Roca Rey.

«HAY QUE ENTENDER EL ESPECTÁCULO COMO LA TRAGEDIA QUE ES, PERO DE UNA BELLEZA SUBLIME»

Roca Rey, este año pasado en Las Ventas fue puesto contra las tablas con un toro suyo, ¿Qué pasa por la cabeza de un ganadero cuando uno de sus toros pone en riesgo la vida de un torero?

Pues mire, son muy malos momentos, porque cuando a un torero le coge contra las tablas puede ocurrir cualquier desgracia. La cogida más grave que ha pasado con uno de mis toros fue la del Juli en Sevilla, pero que se le va a hacer. Lo vives con mucha preocupación, pero hay que entender el espectáculo como una tragedia que es, de una belleza sublime. El torero tiene que intentar que el toro vaya por donde él quiera, a la velocidad que él quiera y de la forma que él quiera. Eso requiere creatividad, es algo maravilloso. Algo que para a quienes nos gusta y lo entendemos es algo sublime. ¿Por qué consiguen los pases esos olés tan rotundos, sin que nadie se ponga de acuerdo con el de al lado? Porque hay algo por dentro que te emociona.

¿Cuándo sucede un altercado de estas características, quién es el responsable?

La mayor parte de las veces la culpa es del torero, qué no se ha acoplado al toro que tiene. Cada toro tiene su toreo, querer hacerle cosas al toro que el toro no permite provoca el accidente. Luego el culpable es él. Hace cosas que no debía hacer. Y como el espectáculo es tan exigente y hay que hacerlo tan puro y tan bien, a veces los animales no se prestan a ello. Saber meterse en cada momento en la mente del toro es una diferencia entre un buen torero y el que no.

¿Qué toreros han sabido comprender mejor a sus toros?

Realmente muchos toreros. Cesar Rincón empezó toreando mis toros cuando vino a España y salió por la puerta grande en Valencia, la primera puerta grande. Luego Joselito, José Tomás, El Juli, Pereda… Manzanares, recuerde la faena que realizó con el toro Dalia, nunca antes le habían pedido con tanta insistencia el rabo.

¿Qué opinión le merece Andrés Vázquez, el torero de más prestigio de esta zona?

Fue un gran torero y un hombre bueno. Un hombre formal, rudo porque era un hombre muy de campo, pero un gran torero. Además lo demostró con los toros que tenían dificultad, como eran los de Victorino. Fue el que más triunfo con ellos.

«NO ME PARECE LO MISMO VER CORNEAR A UN HOMBRE QUE A UNA MUJER, TIENE OTRA PSICOLOGÍA»

La mujer torera ha sido siempre un tema muy polémico. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Bueno, hasta ahora no ha habido féminas que hayan triunfado rotundamente en los toros. Han habido dos o tres mujeres que han tenido cierta repercusión. Juanita Cruz, pionera en los años 30, o Cristina Sánchez. Cristina en Madrid cortó orejas y salió por la Puerta Grande. Pero grandes figurones no ha habido ninguna. Puede pasar, pero yo creo que tienen muchas más dificultades. Por todo. No es lo mismo ver que a un hombre le da una cornada un toro que verlo a una mujer. Tiene otra psicología. Yo no voy a una plaza a ver como le pega una cornada a una mujer.

Además de Dalia o Cantapájaros, hay otros muchos toros suyos muy recordados por los aficionados, algunos de ellos indultados

Cuando el público se rinde y pide el indulto de un toro, para mi es el culmen de la fiesta, una maravilla. Te honra mucho y te da mucha alegría. Todos los indultados han recibido el premio de ser sementales y tengo que decir, porque es así, que casi todos, han transmitido las virtudes que han tenido en la plaza a sus hijos, a distintos niveles y con distintas formas. Solo una vez no le hemos podido salvar. Nos pasó con un toro magnífico que nos indultaron en Nimes, el picotazo era tan grande que se engangrenó.

¿Qué otras ganaderías cree que están haciendo un buen trabajo?

Hombre, hay muchas. Jandilla, por ejemplo, es muy puntera. Juan Pedro, también, una ganadería fantástica. Justo Hernández, Domingo Hernández, Victorino, hay muchas ganaderías buenas. Victorino aprovechó un momento en el que había mucho aburrimiento en las plazas y con sus toros, el aburrimiento no estaba, por eso triunfó. Ningún toro de Victorino ha matado nunca a nadie y ojalá no pase. No se ha hecho famoso por eso, sino por crear un toro difícil que exige al torero estar ahí.

Su hijo Ricardo está adentrándose poco a poco en este mundo

Ricardo es un buen aficionado que aporta a la ganadería todo lo que puede. Monta a caballo, aparta toros, y me ayuda mucho a mi en todas mis tareas. Luego cada persona tiene su personalidad, comparar no me gusta. A mi me dicen que tengo cosas de mi abuelo. Mi abuelo fue un hombre muy inteligente que triunfó mucho en la vida. Yo también he tenido triunfos pero de otra forma. Cada uno tiene su personalidad y su manera de hacer las cosas. De momento la mayoría de decisiones las tomo yo.

«EL AFICIONADO FRANCÉS ES FRÍO AL PRINCIPIO, PERO CUANDO SE ENGANCHA, MUY ENTUSIASTA Y SEGUIDOR DE LOS TOREROS»

¿A que plazas les tiene un cariño especial?

Madrid. La plaza de Madrid y la plaza de Sevilla. Luego Pamplona, Bilbao, Valencia, Murcia, Valladolid… hay muchas plazas y son buenas todas. Luego también, en Francia he lidiado en todas las importantes: Nimes, Arlés, Frejos, Dax… El aficionado francés es frío al principio, pero luego muy entusiasta y seguidor de los toreros. Cuando se enganchan a la fiesta son uno de los mejores públicos que hay.

Ehh…

Deje usted algo para la próxima, que me ha atornillado por todos lados.

Ya estamos acabando. ¿Cómo afectó a las ganaderías el periodo de la pandemia?

Pues mal. No hubo toros y como consecuencia toda la camada se tuvo que sacrificar. Hombre, nos ayudaron. Aquí menos, en Madrid nos dieron un poco más, no toda la pérdida tan grandísima que tuvimos, pero sí. Y eso que se está comentando de que no hay suficiente oferta de toros para todas las plazas no es verdad, ha habido toros para todo el mundo. No se dan más porque no se puede. Por la presión tan fuerte antitaurina que hay.

Cómo ganadero, ¿Cómo gestionaría la situación del lobo ibérico?

Yo creo que el lobo tiene que existir. El lobo ibérico sobre todo, es una figura que ha estado siempre. Lo que pasa es que todo cuando se protege ya pierde el equilibrio. Y cuando se magnifica, y se potencia, va en perjuicio de otras cosas. El equilibrio natural, yo creo que es lo mejor. Y no habría un exceso de lobos que genera unos daños terribles. Nosotros tenemos la mala suerte de que van a por la mejor. Novillas de dos años y de tres han matado aquí en Mayorga; y pequeñas más, claro.

¿Qué opina de esa corriente animalista que aboga por la abolición de los toros?

Creo que son gente que se deja manejar, que no tiene personalidad. Porque si a usted no le gustan los toros o no lo ve bien, no vaya, pero deje a los demás. No quiera usted imponer por la fuerza, porque a usted no le guste o porque crea que no le debe gustar a nadie, que me obligue a mi a no ir. Respete la libertad. Yo veo a una señora limpiando la caquita a su perrito y no la digo nada, aunque me parezca desagradable.

¿Qué son para usted los festejos taurinos?

Es una tradición tan bella, tan bonita, tan única. Si esto lo hubieran creado los Estados Unidos daría la vuelta al mundo y movería cientos y cientos de miles de millones. Y sin embargo aquí lo denostamos nosotros mismos. Nos cortamos el cuello los unos a los otros. Una tradición de una vida entera, que es una forma de ser, el torero en la plaza de jugarse la vida a cara o cruz, creo que es algo magnífico que deberíamos ensalzar, no tirar.

«TENGO UNA OPINIÓN MAGNÍFICA DE MAYORGA, POR LO QUE HE CONSEGUIDO Y PORQUE ME HAN TRATADO, EN GENERAL, MUY BIEN»

Mayorga

De Mayorga tengo una opinión magnífica, por lo que he conseguido con la finca que compré, y porque me han tratado, en general, muy bien. No lo tenía en mi perspectiva porque no quería alejarme a más de 200 kilómetros de Madrid. Pero vi la finca, aunque descuidada, y me gustó. Creí ver lo que de verdad ahora tengo en la finca. La plaza de toros de Mayorga la hice yo, y la diseñó uno de mis hijos, que es arquitecto. La única corrida de toros que ha habido aquí ha sido de mi ganadería. Y desde luego, una de las cosas que mejor me han pasado ha sido conocer a Miguel Ángel, mi mayoral.

Algunos aficionados lamentan que no mencione a Mayorga como lugar de procedencia de sus toros y que sea poco abierto a realizar excursiones por la finca

Hombre, dese usted cuenta de que la ganadería está vinculada a Guadalix de la Sierra desde 1754. Toda mi familia viene de allí. Mi tatarabuelo, mi bisabuelo, mi abuelo, mi madre… Pero menciono muchas veces a Mayorga. En esta corrida tan buena que hubo en Valladolid tres toros habían nacido aquí y se comentó. Todos los machos, de hecho, permanecen aquí, por lo menos dos años. Sobre las excursiones, es que yo no me dedico a ello. Para eso hay que tener un carromato, hacer una comida, tener cercados a propósito… no es fácil. Hay quien vive de esto, pero yo no puedo dedicarme a ello.

Yo a veces hago cursos para niños y me gustaría traerles a conocer su finca

(Se quita las gafas de sol) Yo le atiendo a usted con mucho gusto. Lo que aquí podríamos hacer es con niños un poquito mayores para que pudiéramos llevarlos en el coche y un grupo de 8 o 10, no más. Lo hago y con gusto, ya le digo que con Mayorga estoy muy agradecido.

Cómo se presenta el año 2024

Pues lo afronto muy bien por que el año pasado y el anterior fueron muy buenos, ya que hubo triunfos importantes en las plazas de primera, sobre todo en Madrid, Sevilla , Bilbao y Pamplona. Y ya le digo, acuérdese también de la de Valladolid en la que se cortaron 7 u 8 orejas y salimos por la Puerta Grande.

-o-