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«De la cepa a tu copa»664-250-921

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No son influencers, ni instagramers; ni gamers, ni tiktokers. No pasearán por ninguna alfombra roja ni recibirán premios de ningún tipo. Tampoco son las tortugas ninja, aunque sin ellos la ciudad también sería un caos. El pan, la carne, el queso e incluso la cerveza que acompaña a la hamburguesa que comen (en la ciudad), nunca llegaría a sus manos sin el trabajo primario de, entre otros: (de izq. a der.) Diego, Rafael, Sergio e Iván, jóvenes agricultores.

El sector ha aparecido en los últimos tiempos en todos los telediarios. Sus reivindicaciones son producto de una tensión que se ha vuelto insostenible debido a la falta de coherencia y sentido común de la leyes impuestas desde España y la Unión Europea, que ahoga la situación de los agricultores y ganaderos. De entre todos, los jóvenes son los más dignificados, pues ellos son el futuro y el futuro es oscuro, según apunta Iván, único padre, de momento, en el grupo: «hacia donde están yendo las cosas, veo impensable que mi hija pueda llegar a vivir de ello».

«CADA VEZ HACEN FALTA MÁS Y MÁS HECTÁREAS PARA PODER VIVIR DE LA AGRICULTURA»

Los precios cada vez están más ajustados, hasta el punto de que «cada vez hacen falta más y más hectáreas para poder vivir del campo», lamenta Rafael. Los cuatro han podido tirar para adelante gracias al apoyo familiar, de quien han heredado tierras y maquinaria. Al precio que está todo, sin ello, hoy en día sería impensable plantearse ser agricultor.

Natural de Mayorga, Diego comenzó desde pequeño en la agricultura ayudando a su abuelo. Tras un breve paso por la Fasa en Valladolid, se asentó definitivamente en su tierra de toda la vida/D.C.

«Te imponen cada vez más y más condiciones, pero no exigen lo mismo a los productos que importan del extranjero», comenta Diego. Partidarios de la sostenibilidad, no entienden el sentido de exigir tanto en España o Europa si en otros lugares están haciendo lo que les da la gana. «Debería ser un movimiento de carácter global, si no no servirá de nada», propone Iván.

«NO ENTENDEMOS QUE LA PAC NOS OBLIGUE A CULTIVAR PRODUCTOS QUE NO SON APROPIADOS PARA DETERMINADAS TIERRAS«

De entre todas las reivindicaciones, las que más salen a la palestra son las relacionadas con las ayudas de la PAC (Política Agraria Común). Desde Europa les obligan, en ocasiones, a sembrar productos en tierras que no son las más apropiadas para ellos. «El agricultor conoce sus tierras y sabe lo que más les conviene para que produzcan más», afirma Diego. Aunque es un asunto complejo, y cada caso es particular, también les parece mal que haya personas que estando jubiladas sigan trabajando sus tierras y recibiendo ayudas.

Natural de Villagómez, residente en Vega, la vida le cambió a Rafael de forma definitiva cuando dio el paso de comprarse una cosechadora, que le permitió dedicarse a lo que siempre había querido./R.Z.

Otro de los temas más conflictivos es el de la gestión del agua. España lleva ya unos cuantos años de sequía pero el mal uso que se le da agrava las condiciones en las que tienen que trabajar los agricultores. Uno de los principales problemas, apuntan, es el desperdicio que se hace para generar electricidad. «¿Para qué están los molinos y los paneles solares?», lamenta Diego. Consideran que el agua debería de ser trasvasado allá donde sea más necesario, priorizando sus funciones más importantes.

Natural de Mayorga, Sergio estudió CAFD, y llegó a ejercer de ello. Aunque el trabajo de ganadero exige trabajar todos los días, no fue un impedimento para incorporarse finalmente al negocio familiar/ S.P.

Las nuevas leyes de bienestar animal también han sido un duro golpe en el sector. Afecta de manera más sensible a Sergio, cuyo principal trabajo es el ganado bovino. «Estamos a disposición de las leyes de bienestar y de la subida de precios de los alimentos que necesitan los animales, pero la leche sigue al mismo precio e incluso baja, ¿exigen las mismas condiciones a la que importan de Francia?», protesta.

«CADA VEZ HAY MENOS JÓVENES QUE OPTEN POR DEDICARSE A LA AGRICULTURA, LA GENTE NO QUIERE TRABAJAR»

El trabajo de la agricultura es agradecido y esclavo a partes iguales. Alternan temporadas de jornadas interminables con largos periodos de inactividad, aunque no es tanta como la gente piensa pues, como comenta Rafael: «hay que mantener a punto la maquinaria». Pese a ser una vida tranquila y mucho menos ardua que en tiempos pasados son cada vez menos los jóvenes que permanecen en el sector. La robotización, cada vez más presente, consideran es más una consecuencia de ello que una causa. «Si hubiera gente que quisiera trabajar contrataría personas, pero cada vez me hago más a la idea de que no tendré más remedio que robotizar la nave», reflexiona Sergio.

Natural de Urones, residente en Medina de Rioseco, Iván empezó a estudiar ADE pero al tiempo se dio cuenta de que difícilmente iba a conseguir trabajar en algo que le satisficiera más que el negocio familiar/I.M.

La agricultura es, metafóricamente, el corazón latente que hace que todos los demás órganos del sistema funcionen. Lamentan que los políticos no bajen a la tierra y convivan con ellos, para comprender mejor las necesidades del sector. No hay posibilidad de prescindir de ello, por lo que llegar a acuerdos es inevitable. Depender de terceros nunca es una buena idea porque, como advierte Iván: «dependes continuamente de las relaciones que mantengas con el lugar de origen». Y sería también una pena porque, como suscriben todos, la agricultura ha sido tradicionalmente la mayor riqueza de España.

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